Consecuente con su posición teórica sobre la relación del teatro con la historia la política y la sociedad, el historiador y docente Carlos Fos acaba de publicar UN TEATRO REBELDE, ensayo cuyo subtítulo deja en claro el principal objetivo de su investigación: “El camino del teatro obrero al teatro independiente”.
Las palabras preliminares de Karina Giberti destacan no sólo la originalidad del trabajo sino su importancia: “la reconstrucción de una dramaturgia, una puesta en escena y un método actoral que poco a poco van desvaneciéndose entre las páginas de las historias oficiales” (p.9) lo que permite la visibilización del teatro realizado por y para obreros, al tiempo que “vincula a la escena obrera con (…) el teatro independiente” (p. 11).
Fos organiza su trabajo en tres partes. En la primera “¿De qué hablamos cuando hablamos de teatro obrero?” nos introduce en el sentido y los alcances de lo que él denomina “la aventura obrera” (p. 17) y señala su posición frente al tema elegido y el método seguido. Allí denuncia el “olvido intencionado” de los historiadores al no mencionar lo producido por y para trabajadores, y por ello la necesidad de completar el panorama teatral argentino con “la actividad de los cuadros obreros clasistas, hijos de la gran inmigración” (p. 19), actividad que él considera necesaria a la hora de comprender “muchas de las cartas fundacionales de los grupos germinales libres” (20).
Por ello, la segunda parte se centra en marcar cuáles fueron las relaciones que el teatro obrero tuvo con el teatro independiente. Posisionado como agente de desenmascaramiento (p. 43) elige reproducir textos inéditos pertenecientes a espacios periféricos y evitar aquellos “de mayor legitimación dentro del movimiento libertario” (p. 36). Tal vez uno de los más significativos es el que corresponde al titiritero socialista Ignacio Fellman en el que relata su incorporación al primer teatro independiente, el Tinglado, después de militar en diversos cuadros filodramáticos anarquistas por más de doce años. En esta misma línea funciona los datos y comentarios sobre los talleres escuelas en los que participó el militante Ernesto Miranda y el manifiesto de Santiago Marconi –entre otros igualmente valiosos- incluidos en el ítem “Teatro obrero teatro independiente, el valor de la formación interna a los movimientos”. Esto lo permite fundamentar su primer acercamiento a la experiencia formativa en Los Independientes y analizar lúcidamente lo que denomina “los protopasos de la dirección escénica en los teatros empresariales, obrero y aficionado independiente” (p. 70), punto este último en que los testimonios de los principales críticos de la época (Osvaldo Palazzolo, Pablo Echagüe, Ernesto de la Guardia, Wally Zenner, Blanca de la Vega, Hermelo. Jorge Dowton) le permite diseñar el camino iniciado desde la declamación y la improvisación.
La tercera parte “Aproximación a casos: de la Patagonia a Buenos Aires” incluye seis puntos clave. El primero, de fuerte impronta política, ejemplifica a partir de la inclusión de diversos fragmentos de obras el carácter contestatario de la producción teatral ácrata que actúa con “conciencia desde los márgenes en el trazado de los cimientos de un nuevo orden justo” (pp. 94-95); en el segundo se define a la Patagonia como “un espacio atravesado por el arte rebelde obrero” (p. 103) e incluye la llegada de grupos periféricos de circo criollo al tiempo que confirma cómo “en las actas de formación de los colectivos germinales del movimiento independiente aparecen buena parte de los puntos de esencia del teatro obrero y destaca que a pesar de las limitaciones y diferencias que se descubren en dicho teatro es innegable su aporte a la hora de generar conciencia de la importancia de lo colectivo. El cuarto punto describe a partir de un documentado enfoque histórico cómo la escena libertaria enfrentó al discurso homogéneo hasta 1930 año en que la represión puso límites al movimiento anarquista. En los dos últimos apartados Fos analiza específicamente aspectos temáticos de los textos: el amor libre y lo rural, en ambos casos enriquece sus personales enfoques con fragmentos de obras desconocidas para la mayoría de investigadores e historiadores del teatro argentino y latinoamericano.
Como para Fos “cada documento oral se transforma …en una microhistoria que ilumina al teatro obrero, a lo largo de 184 páginas inserta y comenta dichos documentos, producto de sus entrevistas personales realizadas en la década del ´80 en diferentes ciudades del país, Santiago de Chile, Montevideo, Santiago de Compostela, Asunción del Paraguay y San Pablo. Los militantes entrevistados directa o indirectamente vinculados a la actividad escénica y pertenecientes a diferentes gremios (albañiles, ebanistas, tipógrafos, marítimos, metalúrgicos) aportan datos de inestimable valor sobre la función política pero también sobre las características estéticas de los grupos que integraron.
La bibliografía general citada reúne de manera criteriosa los principales textos que sustentan su posición ideológica sobre el sindicalismo, la filosofía política, el socialismo, el anarquismo, la historia del movimiento obrero, la inmigración y como fuentes específicamente teatrales, los trabajos realizados en nuestro país -y que alumbran tangencialmente el tema-, sus nueve publicaciones, producto de sus investigaciones a lo largo de 35 años, aparecidas entre 1990 (CUADERNOS LIBERTARIOS, México) y el 2016 (TEATRO OBRERO, Buenos Aires). Son igualmente importantes las referencias a las quince publicaciones ácratas usadas también como material de consulta, muchas de las cuales son prácticamente desconocidas entre quienes nos abocamos a la historia del teatro.
Esta publicación reúne, en consecuencia, una serie de virtudes: claros objetivos, un coherente marco teórico, bibliografía que permite fundamentar lo que el autor sostiene pero también orienta al lector interesado en el tema, opiniones fundamentadas, la elección de un corpus prácticamente desconocido y sistemáticamente analizado.
AÑO V, n° 211
pzayaslima@gmail.com
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