¿Hacia dónde nos llevan los caminos?
Cuántas veces, sin saberlo, estamos cerca de personas o decisiones que podrían cambiar el rumbo de nuestra vida. La mayoría de las veces ni siquiera notamos que el del al lado, probablemente, esté buscando lo mismo que nosotros. ¿A dónde estamos mirando? ¿Dónde está puesta nuestra atención? ¿Los encuentros son sólo obra del destino?
Las necesidades y los deseos a veces encuentran y a veces desencuentran. El anhelo arma laberintos difíciles de descifrar y el tiempo puede ser aliado en la calma o enemigo en la desesperación. Más sin embargo un día cualquiera, de repente o lentamente, emerge chispeante una corazonada, una intuición que nos hace levantar la mirada con los ojos bien abiertos y entonces ver lo cerca que estábamos de los que tanto buscamos.La necesidad, el anhelo, y el deseo en un laberinto de encuentros y desencuentros. Dos personas en la búsqueda de otro que no pueden ver pero que saben que está allí, Que se esconde en algún sitio, que está… CERCA.
Así se presenta la propuesta de Mónica Romero y Daniel Antonio Corres (directores e intérpretes). Este espectáculo, que en el el marco del V Festival Internacional al cual ya nos referimos (blog n° 127) mereciera una ovación de pie por parte de un auditorio en el que se encontraban muchos expertos en el baile flamente, ofrece un interesante punto de partida para reflexionar sobre el papel del bailaor/a coreógrafo/a, simultáneamente creador e intérprete.
La coreografía prosentada aúna originalidad, belleza y perfección técnica. Parte de la originalidad se sustenta en el juego de roles que propone, en algunas de sus secuencias erotismo y sensualidad en el hombre: fuerza en la mujer; vestuario propio de la bailaora de flamenco que se superpone a la vestimenta masculina en el bailaor el uso que ambos realizan del mantón. Juego de espejos en el que las paralelas terminan conflueyendo en un encuentro de esta pareja que trabaja los distintos grados de intensidades de la proxemia de sus cuerpos. La belleza y sobriedad del vestuario creado por Si Sánchez, que se modifica a partir de los cambios lumínicos, no sólo cumple una función estética, sino que contribuye a subrayar el teatralismo que la interpretación de Romero y Corres con sus miradas, gestualidad y desplazamientos proponen. La presencia del biombo -que oculta y parcialmente revela- y su posterior desaparición de la escena marca el progreso de una acción, que va de la búsqueda a un encuentro sellado en el abrazo.
Asimismo la teatralidad está subrayada por los músicos Nicolás del Cid y Maximiliano Serral quienes a través de la guitarra y el canto conducen desde el ritmo, la melodía y las letras de las canciones un diálogo con el cuerpo de los bailarines. Los materiales sonoros puestos en acción no crean atmósfera, tonalidad y rítmica narran e instalan lííneas de lectura para los receptores.
Cerca comprueba el aserto del escritor José Carlos Mariátegui a principios del siglo XX sobre la tradición, y que yo me permito aplicar a este espectáculo: a pesar de lo que imaginan los tradicionalistas, la tradición es viva y móvil. Romero y Cortes revelan cómo el virtuosismo personal y la creatividad pueden convivir con los códigos que animan el arte flamenco.
FICHA TÉCNICA
Dirección y baile: Mónica Romero y Daniel Antonio Corres
Músicos: Nicolas del Cid y Maximiliano Serral
Vestuario: Si Sanchez / Fotografia: Paola Evelina
Diseño de iluminación: Daniel Corres
www.goenescena.blogspot.com.ar
Año III, n° 129
pzayaslima@gmail.com
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