El 17 de noviembre de este año se estrenó en el teatro Vera Vera, Extraña Vecindad. Pocas veces un título refleja tan acabadamente el sentido de un espectáculo. Esta extraña vecindad involucra el maridaje de lo femenino y lo masculino, lo cotidiano y lo sorprendente, lo poético y lo filosófico, el discurso verbal, la música y la danza, distintos ritmos y estilos, la sensatez y la locura, el orden, las reglas y la transgresión. Virgina Ravenna y Sandro Nunziata, responsables de la dirección, coreografía e interpretación, explotan al máximo las posibilidades significativas y expresivas de la proxemia (acercamientos y alejamientos de los cuerpos de ambos performers) la función escénica de los heterogéneos objetos que manipulan (libros, tazas, verduras, ropas, muebles, secador de pelo); y hasta operan un sencillo pero eficaz sistema de iluminación (luces de veladores y lámparas) y sonido (una radio) que responden a las necesidades de cada una de las secuencias.
Como exitosos alquimistas logran un efecto de transmutación, en este caso, convertir las diarias acciones domésticas (cocinar, hacer café, planchar, lavarse el cabello, organizar las compras, oir la radio, conversar, vestirse…) en bellas y potentes imágenes a partir de desplazamientos cuidadosamente coreografiados marcados que involucran no sólo percepciones visuales sino auditivas y olfativas. Un particular protagonismo desempeñan los ruidos en esta integración de danza, tango, y acrobacia: los zapatos al golpear sobre el piso o arrastrase sobre él, la ropa blanca al ser sacudida, el secador de pelo, las verduras al ser cortadas sobre una tabla marcando un ritmo; asimismo, las voces, que transitan diferentes registros: susurros, gritos, una oralidad neutra, el recitado poético, la lectura de textos en prosa, el canto.
En el informe de prensa, los creadores reconocen que son tres los motivos importantes que estructuran el espectáculo, el tiempo, el espacio y la relación con el otro:
Un hombre y una mujer conviven en un espacio reducido, sumergiéndose en acciones domésticas de una manera particular. Lo cotidiano se vuelve poético. Se ve que el tiempo transcurre, y por momentos viajan a través de los objetos que parecieran transportarlos a otro tiempo donde también caminan juntos.
Ductilidad, sutileza, energía, dominio de la técnica pero también del campo expresivo son algunas de las dotes que despliegan los protagonistas, lo que les permite introducir al espectador en el mundo personalísimo que nos presentan y -en un acto simbiótico- y visitar/compartir el pequeño lugar que habitan y en el que celebran un doble ritual, el del espacio y el del tiempo.
Ficha artístico técnica:
Creación, Dirección e Interpretación: Virginia Ravenna y Sandro Nunziata
Escenografía: Sandro Nunziata y Romina Cariola
Asesoramiento en Iluminacion: Agustin Garbellotto
Fotografía: Silvina Guevara/ Isabel Olascuaga
Diseño Grafico: Martin Malamud
Prensa y difusión: Simkin & Franco
Link del trailer de la obra: https://youtu.be/4qOhP5Xo57Q
Esta obra recibió un subsidio del Instituto para el Fomento de la Actividad de la Danza no Oficial del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
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