Si bien conocía a través de fotos y documentos el Teatro Municipal de Ouro Preto, el poder verlo y asistir a una representación allí, generó un descubrimiento /deslumbramiento.
Los datos más difundidos sobre este edificio nos señalan que pertenece al “barroco mineiro” y que fue construido entre 1746 y 1769 (su inauguración data de 1770), lo que lo convierte en el teatro más antiguo del Brasil y probablemente del todo el continente. Su constructor y propietario, J. de Souza Lisboa, amante de las artes escénicas contó con el apoyo del Conde de Valadares, gobernador de la Capitanía y de su secretario, el poeta Cláudio Manoel Costa para hacer frente a los 16.000 cruzados necesarios para su edificación. Conocido también como la Casa de Opera de Villa Rica convocó a numerosos espectadores, quienes, a pesar de los altibajos debido a factores económicos y políticos, asistieron desde su apertura hasta el presente de modo incondicional.[1]
Su fachada muestra gruesas paredes de piedra y un remate triangular que exhibe elementos simbólicos esculpidos en dicho frontón. En su interior, la platea de patio, palcos y galerías permiten albergar a más de 300 espectadores. Es un verdadero modelo de restauración, ya que conserva la mayoría de sus elementos originales al tiempo que incluye lo que corresponde a las nuevas tecnologías. Esto determinó que fuera una de las sedes del Mimo Festival los días 29 y 30 de septiembre de este año. Y la actuación del joven músico y compositor Thiago Almeida puso de manifiesto la excelente acústica del teatro, pero también la calidad de los artistas contemporáneo del Brasil. Almeida, inspirado en la obra de Manoel de Barros[2], unió técnica y sentimiento, expresividad y originalidad tanto en la ejecución de las obras de autores como Hermeto Pascoal (multiinstrumentista nacido en 1936, capaz de mezclar toda clase de ritmos, y que sedujera al público argentino en el 2013), André Mehmari (joven compositor nacido en 1977) y Pixinguinha (flautista, saxofonista, compositor, cantante y director de orquesta nacido en 1897) como en las de su autoría (“O poeta”, “A infancia da língua”, “Bernardo Da Mata”, “Lei de Capoeira” e “Indígena”) verdaderas síntesis de tradición y modernidad, y en las que se unen recuerdo y celebración.
Todo en Ouro Preto, rezuma tradición, y revela cómo esa tradición puede pesar, modelar y orientar el presente. Su Teatro Municipal, es tal vez, uno de los más claros ejemplos, y deslumbra no por su “lujo”, sino por su funcionalidad, su poder de convocatoria y su permanencia a través de 247 años.
[1] Datos extraídos de www.ctac.gov.br/tdb/portugués/teatro _ouropreto2.asp. En ese mismo sitio se señala la importancia de Souza Lisboa no sólo por la convocatoria realizada hasta 1778, fecha de su muerte, a famosos actores y el haber encarado el desafío de reemplazar a hombres travestidos de mujeres por actrices.
[2] Poeta y escritor fallecido en 2014, que se inspiraba tanto en las vanguardias europeas como en la obra de Oswald de Andrade.
año II, n° 98
pzayaslima@gmail.com
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