jueves, 8 de febrero de 2018

CREADORES POLACOS EN LA ARGENTINA.



Para quienes asisten a los espectáculos teatrales, de ballet o de ópera (simples espectadores o críticos e historiadores) no resulta ajeno el papel que la cultura polaca ha tenido y tiene en nuestro país. No voy a referirme al aporte de los inmigrantes (comerciantes, agricultores, profesionales, artesanos, músicos, escritores) que por primera vez llegaron a nuestro país en 1897 y posteriormente antes y después de la Primera Guerra Mundial y en ocasión de la Segunda[1]. Los más de 300.000 polacos (algunos elevan la cifra hasta 500.000) y sus descendientes participan activamente tanto en busca de una integración como en el mantenimiento de la lengua materna y su propias tradiciones. Tal es el caso del Club Cultural Polaco de Wilde –nacido de un comité de ayuda post 2° Guerra Mundial, hace 66 años- que festeja todos los cuatro de septiembre el día del inmigrante y los tres de mayo, el Día de la Constitución Polaca, la Asociación Cultural Argentino Polaca(ACAP), y la Unión de los Polacos de la República Argentina.

A partir de la década de los ´80 y en especial en esta última década, la presencia de la cultura polaca adquiere nuevos matices ya que abarca varios campos: el teatro, el cine y la ópera en los nombres de Witold Gombrowicz, Jerzy Grotowski, Tadeusz Kantor, Andrej Wadja y Karol Szymanowski.

Gombrowicz, vivió en la Argentina casi un cuarto de siglo a partir de su llegada en 1939, sin embargo, a pesar de los contactos que tuvo con intelectuales como Ernesto Sábato y Virgilio Peñera, su contactos con artistas de diferentes campos en cafés y restaurantes de Buenos Aires, o los duros enfrentamientos con el grupo Sur
[2], su figura no alcanzó relevancia en nuestro país hasta que confluyen varios hechos: la difusión de la obra de WG por parte del escritor Ricardo Piglia, la intertextualidad que puede apreciarse en la escritura de Germán García, y la lectura apasionada que realizan dos jóvenes académicos, Marcos Urdapilleta y Nicolás Hochman, quienes organizan un congreso con el nombre del autor polaco en la Biblioteca Nacional a los 75 años de su llegada al país[3].

A partir del 2013 su obra alcanza mayor difusión y trasciende a lectores que pertenecen al campo de la investigación o la docencia, y en 2017 dos acontecimientos se agregan: uno,el dramaturgo y director argentino-polaco Alejandro Genes Radawski adapta Ferdydurke (escrita en 1947) para la escena y la estrena en Tadron, espacio de la comunidad armenia; el éxito que alcanza se corresponde con la calidad de su versión y de la teatralidad que adquiere. Dos, se publica en castellano una nueva edición de sus Diarios, cuya relevancia queda reflejada en el artículo de Pedro B. Rey, “Gombowicz y sus diarios están de vuelta” (La Nación, 13/08/2017) y el de Alan Pauls, El libro de la semana: Diario de Witold Gommbrowicz” (Telam, Literatura, 1/09/2017).

Las ideas y propuestas de Grotowski sobre la necesidad de un “teatro pobre” y un “actor santo” se difundieron tanto a través de sus escritos como por intermedio de los seminarios y conferencias dictadas por Eugenio Barba y varios integrantes del Odín Teatro. Grupos teatrales de diferentes épocas, Comuna Baires en los ´70 y El Rayo Misterioso a partir de los ´90 mostraron en sus espectáculos y en el modo de conformación de sus elencos el grado de importancia que tuvieron las propuestas del director polaco. Esto también puede apreciarse en las técnicas de entrenamiento y propuestas escénicas de dos performers como Guillermo Angelelli y Ceciclia Hopkins. No existe escuela de teatro en nuestro país –privada u oficial- que no tenga como tema de estudio obligatorio las teorías grotowskianas

La deuda que importantes teatristas argentinos tienen con Tadeusz Kantor es innegable. Sus visitas a Buenos Aires en 1984 y 1987; la difusión de los videos de sus espectáculos (en especial, La clase muerta, Wielopolo-Wielopole, Que revienten los artistas) se complementaron con la aparición de su textos en castellano que difundían sus propuestas teóricas, (El teatro de la muerte) y sobre él (es de consulta obligatoria el estudio de Rosenvaig, Tadeusz Kantor o los Espejos de la muerte). Los espectáculos ofrecidos por el Periférico de Objetos y su reflexión sobre lo siniestro, directores en su propio rol, que suben a escena y vigilan/coordinan la representación a la vista del público, la proliferación de obras de títeres para adultos, los trabajos de Eva Halac en los que los objetos cumplen funciones de sujetos cuando se transforman en fuerzas que cosifican a los personajes; todo ellos no hacen sino revelar la impronta que dejó Kantor en nuestro país.

 Después de varias décadas sus huellas todavía pueden rastrearse. En el 2015 el Festival internacional de Buenos Aires realizó un homenaje a TK por el centenario de su nacimiento, y que coincidía, asimismo, con el 250 aniversario del primer estreno realizado por la Compañía Nacional de Teatro fundada por el rey Stanislaw Poniatowski en Varsovia. El VI Ciclo Invocaciones, presentado en el Cultural San Martín en el 2017, se focalizó en este creador polaco y Mariana Oberstern (autoría, dirección y diseño de objetos) presentó Kantor-Wielopole,Mezrich-Wielopole en el que pone de manifiesto cómo se puede construir lo propio a partir de lo heredado; ese mismo la Compañía Cuerpoequipaje dirigida por Tatiana Sandoval estrena Concierto para equipaje (Homenaje a Tadeusz Kantor), espectáculo analizado en un número anterior en este blog.

 Andrzej Wajda, el unánimemente considerado emblema del cine polaco y paradigma del cine arte en la Argentina
[4], fue admirado, revisitado y estudiado por cineastas y cinéfilos desde el momento en que se conoció su primer film.Su visita a la Argentina en ocasión del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en los ´60, reafirmó la admiración por él generada. El cine Lorraine de la Avenida Corrientes difundía sus obras y varias generaciones asistieron a la proyección de Generación, Kanal y Cenizas y diamantes.

En el 28° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se presentó Walesa: Man of Hope, y las entrevistas concedidas por Wajda a los principales periódicos
[5] alcanzaron amplia difusión.

Su presencia sigue vigente aún después de su muerte. Dan prueba de ellos la 4° edición del Cine Polaco en el Espacio Incaa Gaumont, la exhibición de siete largometrajes de ficción y cuatro documentales dirigidos por los graduados de la Wajda Film School y producidos por el Wajda Studios
[6], los programas emitidos a lo largo de una semana por la Televisión Pública Argentina. Y, significativo es el hecho que en la reapertura del Cine Cosmos UBA se estrenara su último film, Afterimage.

 Como cierre del ciclo Festival Ópera Tigre (FOT) 2018 (su quinto año consecutivo), se ofreció la obra Haghith, del compositor considerado unánimemente como el padre de la música polaca contemporánea, Karol Szymanowski. Esta ópera en un acto ya se había ofrecido en programa doble con Erwartung, de Shoenberg, en el Teatro Colón en 2012 y reestrenado en la provincia de Neuquén, dirigida por Michal Znanieck y sobre libreto de Dörmann. La versión ofrecida en el 2018 corresponde a la versión filmada en el 2008 en la ópera de Wroclaw (Breslau). El público que asistió a este final de exitoso ciclo veraniego en el jardín de la Casa de las Culturas de Tigre pudo apreciar la vigencia del citado compositor, el talento de artistas de la talla de Wiolerra Chodowicz, Taraz Ivaniv, Wiktor Gorelikow, Maciej Krzysztyniak y Adam Zdunikowski, la maestría de Michal Znaniecki al manejar no sólo el espacio creado por los cantantes (la voz es también espacio) sino el desplazamiento de las masas corales a través escenografía que potenciaba los elementos románticos y exóticos que el libreto en polaco del propio compositor -basado en el Capítulo 1 del Primer Libro de Los Reyes- proponía.

Este ciclo organizado por la Secretaría de Cultura del distrito y la colaboración de la Embajada de la República de Polonia en la Argentina permitió un inédito y enriquecedor contacto entre dos mundos lejanos geográfica y lingüísticamente. Así, entre el 6 y el 26 de enero, además de la ópera Hagith, se presentaron versiones de Turandot (Producida por la Ópera de Poznan) y Los Cuentos de Hoffman (Producción de la ópera de Cracovia); dos conciertos enmarcaron las actividades del festival a cargo de las sopranos Daniela Tabernig (Argentina) y Marcelina Beucher (Polonia).
[1] De ello da cuenta la documentada tesis doctoral de  Katarzyna Porada leída en la Universidad  Autónoma de Madrid en el  2015.
[2] Sobre estos temas véase la entrevista a Rita Gombrowicz publicada por la  Revista Ñ el  23/12/2011.
[3] Nicolás  Hochman compila los artículos del  I Congreso  Internacional  Witold  Gombrowicz en la publicación  El fantasma de  Gombrowicz.
[4] Recomiendo  sobre el tema  los artículos del crítico Pablo de  Vita sobre Cenizas y diamantes.
[5] Es especialmente interesante la aparecida sobre  “La tierra  Prometida” http://www.lanacion.com.ar/1425880-andrzej-wajda
[6] Ya el  1° Festival de  Cine de  Buenos Aires- Polonia (BAP Cine)  en noviembre del  2013  producidos por la Fundación Pro  América (Polonia) y Lidka Produce (Argentina) mostraba un fructífero grado de cooperación e intercambio  cultural entre ambos países.
www.goenescena.blogspot.com.ar
Año II. N°213
pzayaslima@gmail.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario