La sinopsis entregada al público y a la prensa revela
dos niveles: Un nivel informativo: “Una mujer vuelve al pueblo donde nación,
desde que se sube al colectivo el pasado la acecha y un recuerdo imborrable se
hace presente. La espera, el campo, el frío y una misión que cumplir”. Y un
plano poético: “La humedad de la noche y una continuidad de copas. El día se va
con el viento. A veces soy esa que está anocheciendo. Otra repleta de humedad y
mocos me revuelco en el naufragio (…) Desmadrada, lloré sola dije sin ton ni
son: La llanura me excede y me excita. Ya no hay ni cerdas, ni vacas, ni
conejos. Ceibos, sauces y fuego. Le corto su lengua repleta de mentiras,
galopan mis yeguas internas. Le relincho a la chica ese que me soñó. Me truena el alma”.
Estos dos planos se corresponden con el texto de la
autora María Lucila Quarleri en la que su personaje protagónico se niega aceptar pasivamente la realidad negativa,
doma un destino signado por el patriarcado y se niega a dejar cuentas
pendientes.
El espectáculo pone en evidencia la importancia de la
conexión interdisciplinaria de las
distintas artes para la comprensión del
hecho teatral .Y el tratamiento del espacio, diseñado por la escenógrafa Maricel Aguirre y el iluminador Matías Noval opera de manera central. Un
cuadrado que cita el campo con la presencia de la yegua y un árbol, y al mismo
tiempo un ring en el que en lugar de cuerdas hay alambres de púas. Los objetos
expanden su significado primero: el nombre de la yegua coincide con el de la
protagonista, una de las ramas del árbol puede convertirse en arma. Un árbol
sin hojas, el caballo de madera y la fusta funcionan como ejes estructurantes
La actriz Maia Lancioni
propone una interpretación de la protagonista que equilibra autocontrol y
espontaneidad, su comportamiento gestual acentúa lo dicho y, por momentos, se
adelanta a lo por decir. Intérprete de un complejo personaje, con su cuerpo
cubierto por un vestuario que cita lo masculino y lo bélico se expresa a través
del movimiento, el rostro y la mirada al tiempo que su voz narra a través de
una extensa gama de matices. Como performer, revela una profundización
obstinada de lo propio, de la propia elección voluntaria, en una autoconexión (texto)
que se corresponde en un estilo código
personal (actriz). Su cuerpo organiza las imágenes lingüísticas y estas,
a su vez que generan y potencian los
desplazamientos marcados por una coreografía
perfecta que permiten un deslizamiento del adentro al afuera.
La directora Cintia Miraglia propone una puesta centrada en la revalorización del cuerpo de la intérprete (invaluable el aporte de la coreógrafa Camila
Pina) ; apuesta a un protagonismo
del sonido en sus categorías de ritmo, tiempo e intensidad (diseño sonoro,
música y canciones en vivo, Catalina Telerman),
una iluminación diseñada por Matías
Lancioni que conduce y subraya la narración y los puntos centrales del
conflicto interior de la protagonista[1], y un vestuario donde no
sólo el diseño y el color narran, sino
también la textura del material (creado
por el Grupo Indómita)
Desde el 2020 el tema de la violencia de género ha
ocupado nuestros escenarios. Selecciono sólo algunos ejemplos que pueden conectarse
con la obra en la que ahora nos focalizamos.
SUEÑO PROFUNDO[2] (dramaturgia de Daniela Lozano) ofrece en su Capítulo 2 el siguiente texto: “No podemos
quedarnos contemplando las heridas para siempre. Debemos pasar a la acción no
por venganza personal sino por amplia justicia. ¿Qué le parece, le gustaría
participar de mi causa? Necesito una colaboradora permanente, alguien en quien
confiar, a quien contar mis secretos”. En el 2021, el PROYECTO PRISMA (propuesta de la dramaturga
suiza Julie Gilbert), relacionaba Ficción Performance y
Sociedad para analizar el “cruce de la
problemática de género, el teatro y la
literatura”. ENTRE PAREDES Y ESPEJOS (obra de Gracia Morales para plataformas virtuales dirigida
por Carlos Ianni) propone un análisis del pensamiento feminista de
Virginia Woolf.
A principios del 2022, se difunden otros espectáculos como
ELLA AMASA, de Judit Gutiérrez, aborda
de modo directo la violencia de género, el maltrato machista y el papel masivo
de diferentes instituciones. LA MUJER DEL VESTIDO VERDE, de Jorgelina Aruzzi, una protagonista que habla para no apagarse y que ,según su autora “encuentra
en la palabra su salvación y el pulso vital que la aferra a la existencia”. EVA
FURIOSA, de Sol Bonelli, propone otra versión de la historia bíblica y en
una especie de “transgresión
apocalíptica” cuestiona los mandatos consolidados por la sociedad a través de
la historia. JUANAS DE FUEGO, de Mariana Morales en las que dos Juanas de
diferentes épocas y culturas coinciden en luchar por sus creencias a pesar de
las amenazas de muerte o acusaciones de locura.
LAS JUANAS,
UNA HEREJÍA CÓSMICA, de Agustina Toia en la que conviven mujeres rebeldes e
indomables a pesar de marginaciones, acusaciones y condenas, como Juana Manso,
Juana la Loca, Juana de Arco, Juana
Azurduy, La Papisa Juana,
Giovanna Marturano, Juana de
Ibarbourou y Sor Juana Inés de la Cruz.
A todas estas propuestas reivindicatorias se le suma
INDÓMITA, pero con un plus que la
convierte en original y única. Contiene una carga poética que moviliza no sólo
intelectual sino emocionalmente, y en este punto hay que subrayar
la voz y exquisita sensibilidad
de la cantante que, como un alter ego acompaña
a la protagonista en su itinerario de
venganza/justicia/reivindicación. También es especial la conexión que la actriz logra
con el público, al que convierte en
receptor de sus confidencias, pero también al que con su mirada desafiante y
acusadora convierte en cómplice
silencioso de la injusticia. La sociedad que mira, ve, entiende, pero calla.
www.goenescena.blogspot.com.ar
AÑO VI, n°
259
pzayaslima@gmail.com.
[1] “La iluminación marca con su presencia también la tormenta que se
está gestando en ese cuerpo todo terreno” (Mariángeles Sanz, “La vuelta al pago, INDÓMITA, de María Lucila
Quarleri”, en lunateatral2.wordpress.com/2022/10/10.
[2] Obra trasmitida por streaming en el
2021, fue seleccionada en 2020
por el INT en el Concurso de
Actividades Performáticas
para Entornos Virtuales e invitada ofrecer
funciones en el teatro Lagrada
de Madrid en 2022 y a participar en el Festival
Internacional de Teatro en Palma de
Mallorca
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