Una novedad bibliográfica de singular relevancia para quienes estén interesados en la actuación y dirección, la antropología teatral, en el teatro oriental o en la figura de este director y la historia y proyección de su grupo, es La luna surge del Ganges. Mi viaje a través de las técnicas de actuación asiáticas (Ediciones del Camino, 2017, 337 p.) un texto insoslayable.
Cuenta con un prefacio del propio Eugenio Barba en el que confirma su búsqueda orientada básicamente hacia “un teatro perdido” y hacia la Antropología Teatral. Una documentada Introducción de Lluís Masgrau “Eugenio Barba y los teatros asiáticos tradicionales” , basada en una criteriosa selección bibliográfica (pp. 48-49) desarrolla a lo largo de 35 páginas cuál fue la relación entre oriente y occidente a lo largo del siglo XX en el teatro y la danza, y lo que implicó una representación fuera de contexto en los niveles expresivos, culturales económicos y técnicos, y la posibilidad de un diálogo intercultural. Estas primeras páginas también ubican cronológicamente y de manera precisa y exhaustiva el itinerario de Barba, entre 1955 y el 2015: viajes, modelos que lo inspiraron, los principios que lo condujeron, las características del ISTA, sus principales innovaciones (considerar el trabajo del actor según niveles de organización, acercarse “al trabajo del actor en categorías de principios y no de reglas técnicas”, p. 39), su trabajo a mediados de los años noventa “con actores euro-americanos y afro-brasileños, actores de varios estilos asiáticos y sus propios actores del Odin Teatret”.
Esta edición reúne y organiza textos de Barba diferentes estilo y momentos: artículos teóricos publicados entretejidos con “historias, encuentros reflexiones, anécdotas y viajes” (p. 47), una acotada pero insoslayable bibliografía sobre algunos de los principales temas teatrales que tienen que ver con la evolución del teatro en el siglo XX y un apéndice, también de Masgrau, “ Hechos y estadísticas sobre la colaboración de Eugenio Barba y los actores del Odin con los actores de teatros asiáticos tradicionales” (pp. 318-337). Allí se detallan cinco aspectos: la fecha (del 1963 al 2014), el lugar (Asia, Europa y distintas partes del mundo), la tradición teatra (Ópera de Pekín, teatro balinés, Butho, rituales chamánicos coreanos, Odissi , Kathakali, entre otros), los performers que intervinieron y las actividades realizadas (seminario, trabajo de campo, sesiones, etc.). Tal como lo señala su autor, este documento fue diseñado a partir de tres fuentes: los archivos del Odin Teatret, los pasaportes de Barba, sus encuentros con este director y con Julia Varley. Los antecedentes de Masgrau explican el inestimable valor tanto de la introducción como del apéndice: profesor del Departamento de teoría e historia en el Instituto de teatro de Barcelona, investigador focalizado en la Antropología Teatral, y editor de dos libros de Barba. Su profundo conocimiento sobre este director y su obra le permite colocar como post scriptum, un texto que originariamente era un prefacio, porque resume sintéticamente “el significado intelectual y emocional de Barba y su relación duradera con los teatros asiáticos tradicionales y sus actores” (p. 306).
Cuatro capítulos revelan las principales teorías y experiencias del creador italiano cuyos libros, publicados entre 1995 y 2017, fueron traducidos a diferencias idiomas.
“Wanderlehere: Viajando para aprender” incluye un texto de 1966 (“En busca del teatro”) que resumen la historia y consecuencias del viaje de Barba a la India en 1963; otro escrito en 1963 y publicado en 1964 (“El teatro kathakali”) que constituye “la primera descripción del teatro kathakali publicada por un director teatral occidental” (p. 57) y cuyo objetivo principal fue familiarizarse “con una técnica específica y examinarla desde el punto de vista de una posible adaptación al entrenamiento y a la actuación de los actores occidentales” (p. 58); y se cierra con las respuestas de barba a las preguntas de Kermit G. Dunkenlberg sobre la relación entre el kathakali y el training de Grotowski (“La influencia del kathakali en Grotowski y en mí”)
El Capítulo II, “Inspiración: una arcadia teatral” recopila bajo el título de “Los metales más disparatados” un fragmento de un artículo publicado en 1972, en el que se revela un cambio respecto de su acercamiento a los teatro en lo que se refiere a la necesidad de un training individual; en un plano cercano a la divulgación puede ubicarse “Mei Langfang”, publicado originalmente en noruego en 1971; “Priyom ostraneniya, verfremdung, hana: el artificio del extrañamiento en los formalistas rusos, Brecht y Zeami”, presenta un triple interés: el hecho de encontrar correspondencias entre conceptos aparentemente diferentes, incita a la (re)lectura de textos teóricos de esos dos teatristas y difunde un artículo que a pesar de haber sido publicado en 1971 (en noruego) y en 1980 (en italiano) es uno de los menos conocidos; un breve escrito, “El libro de las danzas”, en el que se insiste en la importancia de la danza, entendida como “expresión emotiva del cuerpo” (p. 118) en la práctica teatral y cuyos conceptos se amplían en el artículo “Todo teatro está hecho de danza” en el Capítulo III ; “Una Arcadia soñada y reinventada” , que a manera de cierre y conclusión de este capítulo, tuvo como punto de partida una entrevista a Ian Watson en 2002 y tomó forma de artículo al publicarse en italiano en el 2005- desarrolla con claridad las ideas de Barba sobre el sentido de la interculturalidad .
“Diálogo: Debajo de la piel” es el capítulo más extenso y agrupa una docena de textos que ofrecen diversas aristas de temas ya presentados: “El museo del teatro” ofrece un claro valor histórico “ya que es el primer texto en el cual Barba aplica la perspectiva que lo conducirá a su futura investigación en el campo de la Antropología Teatral “ (p. 131); “Debajo de la piel”, conformado por un fragmento del capítulo 1 de La canoa de papel, reafirma su convencimiento de que más de haber sido influido por el teatro oriental, fue su trabajo con los actores el Odín lo que le permitió descubrir “principios transculturales por debajo de los resultados técnicos y estilísticos de tradiciones específicas” (p. 141); “Conociendo con la mente y comprendiendo con el cuerpo” transcribe el texto de una potencia presentada en el marco de un simposio realizado en Palermo en 1980, en la que Barba, en primera persona, reflexiones sobre su itinerario a partir de Grotowski y Flaszen, y el significado de la Antropología Teatral (sobre este punto volverá en “La acción madura”); “La paradójica pedagógica” revela la preocupación por cómo abordar el proceso pedagógico, “cómo absorber una técnica, una habilidad que vuelva al actor independiente de un estilo específico o que le de la posibilidad de escapar del peligro de la especialización”(p. 157) y se complementa con los artículos que le siguen (“Conciencia y negación”, Ikebana”, “Trabajando con la energía”, “Un mensaje del pasado”, “Mitad humano, mitad fantasma: técnicas que se aprenden y técnicas para eludir las técnicas” y “Las muchas catas del gurú”.
Los seis artículos que integran el Capítulo IV “Cohabitación: la aldea de los actores” revelan la eficacia de los trabajos compartidos con actores y actrices de diferentes geografías y culturas y las conexiones con ellos logradas.
La luna surge del Ganges, exhibe también el mérito de una publicación cuidada, y la capacidad del editor para facilitar su lectura, al encabezar cada capítulo con la inclusión de un resumen temático y referencias sobre fechas y lugares de publicación en cada caso; asimismo, las pocas notas al pie, siempre oportunas contribuyen a orientar al lector. www.goenescena.blogspot.com.ar
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